El niño sufrió una fractura en una de sus manos y un profundo corte en su rostro, quedando además inconsciente. Los visitantes del zoológico que estaban presenciando el recinto de los gorilas se quedaron helados y entraron en pánico cuando vieron que un gorila se acercaba al niño desmayado, creyendo que lo podría lastimar aún más.
Pero la sorpresa fue grande cuando vieron que la gorila (de 8 años en ese momento) tomó al niño y lo sostuvo en su regazo como si fuera su madre, para luego dirigirse hasta la puerta por donde los guardianes tenían acceso al recinto. Finalmente lo acostó en el suelo cuando vio que la puerta se abría y se alejó para que los guardianes lo pudieran recoger.
El niño fue llevado al hospital pero finalmente se recuperó. El incidente generó un debate respecto al comportamiento de Binti Jua; si se trataba de “altruismo animal” o resultado de su entrenamiento en el zoológico ya que fue criada por humanos desde que nació (su madre la rechazó).