

Alfredo Martínez de Aguilar
1 jul 2025
DETRÁS DE LA NOTICIA
Como diría el clásico “haiga sido como haiga sido”, lo cierto es que flaco favor hicieron sus colaboradores al gobernador Salomón Jara Cruz al exhibirlo en el menos peor de los casos como descuidado del protocolo político con el Arzobispo. No es un asunto menor, ya que en Oaxaca el 75.5% de los 4 millones 132 mil 148 habitantes se adscribe como católico, lo que corresponde a 3 millones 120 mil 775 católicos que son electores, al representar a ciudadanos en edad de votar.
En un Estado laico, la iluminación del Templo de Santo Domingo pudo convertirse en una lección nacional de civilidad y respeto a la coexistencia de la Iglesia Católica y el Gobierno de Oaxaca. Santo Domingo de Guzmán no es solo una joya del barroco novohispano —erigida entre 1575 y 1670 y declarada Monumento Histórico en 1933, sino símbolo de la evangelización de los dominicos.
Lamentable y dolorosamente, la trascendencia política, social y económica de esta singular acción ecuménica se vio empañada por la imperdonable majadería de invitar de última hora al Arzobispo. Como era lógico y natural, Monseñor Pedro Vázquez Villalobos con toda la fuerza ética, moral, religiosa y política del liderazgo que le confiere su alta dignidad eclesiástica, declinó la invitación.

La no aceptación estaba más que justificada por compromisos previos. “Agradezco la invitación, pero no me es posible, estaré en Atzompa porque llega a la Parroquia un nuevo párroco”, subrayó. La inaceptable explicación oficial para intentar justificar fallidamente el exabrupto protocolario gubernamental fue: “Apenas ayer (domingo, día inhábil) se organizó el evento. Y hoy se confirmó”.
Como diría el clásico “haiga sido como haiga sido”, lo cierto es que flaco favor hicieron al gobernador Salomón Jara Cruz al exhibirlo en el menos peor de los casos como descuidado del protocolo político. De ninguna manera, es un asunto menor, ya que en Oaxaca, aproximadamente el 75.5% de la población se adscribe como católica, según datos del Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI.
El 75.5% de 4 millones 132 mil 148 habitantes de Oaxaca corresponde a 3 millones 120 mil 775 católicos, los cuales son electores, al representar ciudadanos en edad de votar a favor o en contra. De ese tamaño, dimensión y magnitud político-electoral es la presencia y fuerza real y actuante permanente de la Iglesia Católica como un poder fáctico, al igual que los medios de comunicación.

Esto significa que la iglesia, más allá de su función religiosa, la iglesia ha ejercido influencia y poder en la sociedad y la política, a menudo sin tener un reconocimiento formal como autoridad política. La ciencia política considera que un poder fáctico es un amplio sector de la sociedad, al margen de las instituciones políticas, que ejerce una gran influencia sobre ellas, a menudo mediante la presión.
La iglesia Católica, con su estructura jerárquica, su base de fieles, y su capacidad para influir en las ideas y creencias, puede ser considerada un poder fáctico que nunca debe ser menospreciado.
e-mail: @alfredo_daguilar@hotmail.com
e-mail: @director@revista-mujeres.com
X (Twitter): @efektoaguila
Instagram: @efektoaguila