

José Juan Conejo Pichardo
14 mar 2025
Geopolítica
En un movimiento que parece diseñado por la más avanzada inteligencia artificial globalista en un tablero político. Mark Carney ha sido elegido líder del Partido Liberal de Canadá y asumirá el cargo de Primer Ministro hoy a las 11:00 a.m. (hora local). Con una carrera estrechamente vinculada a la élite financiera mundial, Carney representa la quintaesencia del poder globalista: exfuncionario de Goldman Sachs, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, presidente del consejo de administración de Bloomberg, miembro destacado del Foro Económico Mundial de Davos y asistente frecuente a las reuniones del enigmático Grupo Bilderberg.
Carney no solo carece de experiencia política, sino que su ascenso parece haber sido programado para garantizar la continuidad de las agendas globalistas en el país. Su historial lo conecta directamente con las estructuras de poder que han impulsado la llamada "agenda verde", las reformas financieras transnacionales y la reestructuración económica en favor de los grandes conglomerados. Su llegada a la cima del gobierno canadiense coloca al país en una posición clave dentro del tablero geopolítico global, justo en el momento en que Estados Unidos, con la tripleta del antiglobalismo Trump-Vance-Musk, amenaza con desmantelar las redes de poder del establishment; Mark Carney será una de las piezas más importantes del ajedrez Geopolítico de nuestro continente.
Carney vs. Trump: ¿Guerra Comercial o Guerra de Ideologías?
El nuevo primer ministro canadiense no ha tardado en marcar su postura. En su primer discurso, advirtió: "Canadá nunca formará parte de Estados Unidos de ninguna forma", dejando claro que está dispuesto a desafiar frontalmente a Donald Trump en la creciente guerra comercial entre ambos países. Su historial en instituciones financieras internacionales lo ha preparado para manejar crisis económicas, pero ahora enfrentará un escenario político donde la resistencia al globalismo ha ganado fuerza.
Los conservadores canadienses han señalado que su llegada al poder no es casualidad, sino parte de una estrategia de los grandes centros financieros para garantizar que Canadá siga siendo un bastión del poder corporativo internacional. No es un secreto que Carney ha trabajado de la mano con las grandes firmas de inversión que dominan el mundo, desde BlackRock hasta los fondos de los Rothschild, y que su visión está alineada con la del Foro Económico Mundial de Klaus Schwab, el arquitecto del "Great Reset".
Un Hombre de las Finanzas, No del Pueblo
Mientras los ciudadanos canadienses enfrentan una crisis de vivienda, inflación desbordada y un sistema de servicios públicos deteriorado, Carney ha construido su carrera en los pasillos del poder financiero, tomando decisiones que han beneficiado a las grandes corporaciones y no necesariamente a la gente común. Su defensa del ambientalismo financiero, con políticas como la Glasgow Financial Alliance for Net Zero, ha sido criticada por favorecer a los grandes bancos mientras impone nuevas regulaciones a las industrias locales.
Su ascenso llega en un momento en el que Canadá se encuentra en una encrucijada: seguir el camino de la centralización del poder en las élites globalistas o dar un giro hacia un liderazgo que recupere la soberanía económica del país. Con elecciones federales previstas para octubre, la pregunta clave será si los canadienses aceptan este experimento financiero como líder político o si, por el contrario, buscarán una alternativa que desafíe el dominio de la élite financiera mundial.
¿Qué opinas? ¿Crees que Mark Carney representa el futuro de Canadá o es solo otro engranaje en la maquinaria del globalismo?